lunes, 11 de junio de 2012

Recuerdos.

Y queda el recuerdo, la experiencia vivida y aprendí a que todo lo bueno termina; como aquel humo de ese caliente café en pleno invierno que se disipa, se esfuma, desaparece. No pongamos un final tan drástico, hagámoslo poco a poco, sin sobresaltos, con naturalidad. Sigamos estando unidos, a kilómetros de distancia, Dios sabe dónde, porque separará cuerpos pero no corazones. Parece un: cuesta abajo y sin frenos; pero entonces aparecerá algo en el camino que haga que frenemos de golpe y entonces nos daremos cuenta del camino recorrido y ya será tarde para disfrutarlo asi que solo puedo decir que esto será como una montaña rusa, con subidas y bajadas y tú prefieres si pasar un mal trago o disfrutar del trayecto, nos asusta pero en el fondo nos gusta, ya sé que son cosas opuestas pero así es el ser humano, siendo realistas pedimos lo imposible.

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