martes, 21 de agosto de 2012

Historia.

          Empecemos desde aquel folio en blanco que decimos coger hace así como unos seis meses. Ninguno de los dos sabíamos nada de dónde podríamos llegar, nos la jugamos, y mucho, además. Hemos ido siempre en contra de todos con tal de defender aquello que queríamos; era estar juntos y lo conseguimos y ahora no iba a ser para menos. 
Sucedió de la nada, de dos personas completamente extrañas, que lo único que sabían era su existencia y poco más; y poco a poco entre uno y otro nos dimos cuenta que, después de amores no correspondidos, estábamos hechos el uno para el otro. 
Estoy muy segura cuando te digo  que te amo, que te quiero, que lo eres todo, que tú eres quien me enseñó a querer de verdad y nada más que por eso yo pido cambiar toda mi vida por un segundo a tu lado. Y este es mi plan de vida, aunque todo lo preparado dicen que después no sale bien:
Iremos juntos, donde y como sea, estaré a tu lado en todo momento, disfrutaremos de esta vida los años que debamos, viviremos juntos. Nos esperan unas noches para recordar y otros tantos amaneceres para no olvidar; unas cuantas, o infinitas, mañanas y tardes perdidos por las calles de cualquier ciudad de este pequeño mundo, el cual haremos nuestro, haremos bobadas a todas horas, exprimiremos el tiempo cuanto podamos; saldremos de fiesta, unas tan grandes hemos de pegarnos que no debamos olvidar jamás, donde la ayuda sea mutua para salir del barullo de toda la gente; nos regalaremos besos por cada rincón de la calle, disfrutaremos de nuestro amor sin complicaciones. Y ya pasando de esta etapa, vamos a hablar de planes mayores, de planes que marquen el resto de nuestra vida; y uno de ellos, espero poder cumplir, quiero decir que tú eres el hombre de mi vida, quiero verme en ese altar contigo, quiero que a la salida hayan pétalos, arroz, lo que sea, y que lo lanzen cuando salgamos y nos besemos mientras pétalos y demás juegan con la gravedad y que te proteja con mi velo para que tu precioso pelo no se manche, y después hacer ese viaje que tanto estamos pensando, una luna de miel preciosa. Al tiempo después de esa boda para recordar quisiera anunciar a la familia que un niño va a venir al mundo; un niño precioso llamado Daniel pisará la Tierra, saldrá cabezón como él solo, cariñoso, amable y con más valor y fuerza que pueda existir, sus padres se encargarán de recordarle siempre que no tire la toalla, que esta vida es muy dura pero él lo es más. Y cada uno en su trabajo, teniendo una vida bastante aceptable, pudiendo permitirse cualquier capricho que se le antoje a alguno de los tres; y a los años ya se pensará eso de ir aumentando la familia. Quiero que toda nuestra vida sea lo más feliz que se pueda, que no paremos de sonreír. QUIERO MI VIDA CONTIGO.
P.D: sigamos escribiendo esta historia día a día, con más ganas y amor que ayer pero menos que mañana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario