lunes, 4 de julio de 2011

Aprendamos que los capítulos deben quedar atrás

Supongo que la vida, al igual que los libros, está hecha de capítulos; y también, como en los libros, cada capítulo es una vida en sí misma. En ocasiones vivimos capítulos aburridos, pero una vez que pasamos al siguiente, los recordamos con cierto cariño por todo aquello que sentimos. Otras veces, las hojas se nos escapan entre los dedos, sin tiempo siquiera para degustar esa bella sensación, y cuando recuerdes ese pequeño trozo de tu vida, siempre te embriagará un suave sabor a recuerdo. Hay protagonistas en cada capítulo. Algunos perduran a lo largo de la vida, y otros simplemente son actores secundarios de los que debemos aprender algo. Sin embargo, lo más duro es cerrar un capítulo que no queremos terminar. Pasar página y dejarlo atrás nos provoca inseguridad, una infinita sensación de vértigo. Tal vez porque esas líneas han sido protagonistas en todos y cada uno de los capítulos de nuestra vida. Aprendamos que los capítulos deben quedar atrás para que esta vida y este libro tengan sentido. Aprendamos que pasar página no implica olvidar, y que al fin y cabo, si hay algo que supera la belleza de un sueño, es la belleza de un recuerdo.

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